Buscar este blog

martes, 12 de julio de 2011

Siento ganas de abrazarte y besarte, de tenerte a mi lado y poder gozarte. De poder encontrar tu mirada cuando busca la mía, sin tener que fingir un desprecio... escondiendo mi dolor y sintiendo tu falta de amor. Porque eres un pobre ingrato... que no supo valorar el cariño que te enseñó mi corazón. Y cuando pierda la razón, mis labios... sólo pronunciarán palabras de amor, dedicadas a aquel inimaginable creador, de aquellas dulces mentiras... que pudieran conquistar mi vida, mi alma, mis sueños, mis alegrías y mis tiernas caricias... que sólo esperaban pacientes sentir la tercia piel, de aquel hombre cruel.