Buscar este blog

martes, 19 de julio de 2011

Eres culpable de mis lamentosos suspiros. Suspiros que no tienen sentido, pero eso ya da igual. Culpable de mis ojos anegados en lágrimas silenciosas. Dueño de mis labios que ahora están silenciosos por el temor a "ciertas cosas". Dueño de mi corazón, el que late por ti. Dueño de mis manos que tiemblan sin piedad.