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jueves, 28 de julio de 2011

Hace días que mido el tiempo con latidos por que todo el tiempo que me diste lo he perdido y ahora que conozco algo peor que el olvido es cuando sé, cuando se que duele el doble recordar lo que se ha ido y contaré con una mano los secretos que me queden. Cuando tu oído se los lleve bien lejos. Querías conocerme mejor y te escondiste en cada grieta que hay entre los azulejos de mi habitación. En la que el tiempo no descansa, paraste los relojes, para escuchar lo que soñaba.