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jueves, 7 de julio de 2011

Hundida en un charco negro, donde mis esperanzas se acaba. Donde termina lo bueno y empieza lo malo, el sitio ideal para acabar con la felicidad. Intento salir a flote, pero me llevan hacia lo más profundo de ese charco. No soy yo, es el agua de color negro que me lleva con sus corrientes, impulsándome hacia abajo. Recuerdo los momentos felices, los que merecen la pena recordar... pero se ven borrosos, e incluso empañados. Se ha consumido la alegría, se ha acabado el amor. Ahora empieza la tristeza, la desesperación. Me despido de la esperanza para encontrarme con la tensión. No puedo pensar con claridad, ahora no reconozco todo lo que me rodea. Ahora voy hacia un mundo mucho peor, al que me suena de algo... Pensé que podría alejar más allá mi imaginación, para volar por el cielo, sobrepasando las nubes... mirando el mar con sus oleajes. Sin embargo, estoy equivocada, nada es como yo quiero que salga.