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martes, 12 de julio de 2011

La grandeza de una persona no es porque sea la persona más list@, guap@, o popular. Sino por su lealtad, porque con los ojos cerrados y con la mano en el fuego sabrás que siempre estará ahí, pase lo que pase. Se le dice a una persona que tiene grandeza cuando, sin tocarte, solo con los ojos o con lo que dice o con su presencia... te llega a llenar el alma, el vacío que antes tenías y te llega a tocar el corazón incluso a través de una pared. Una pared grisácea tan dura, tan fría y tan solitaria como la mismísima persona.