Nunca he visto a nadie como tú, jamás pensé que en mi vida podía pensar tanto en que me parezco a ti, a tus reacciones y a tu forma de ser. A ti, te quiero tanto.. Me haces que mi corazón llore por ti, y que no lo sepa nadie.. tanto dolor, tanto sufrimiento, tanta ignorancia. Que penoso es todo esto, que pena que, una vez más, piense que este mundo va de mal en peor.
Siento que todo ya me da igual.. menos tú, y es algo que me tiene totalmente descontrolada y desconcentrada, me entierro, me pierdo en mi mundo...
Y me busco, y me encuentro en un bosque verde, con una suave brisa acariciando mi piel. Con el sol iluminando sólo una parte del bosque, y pienso... "qué bosque más raro", me falta algo.. a ti.
De repente, en algún hueco de entre los árboles, aparece algo que brilla, que se va acercando más, mucho más. Parece una persona; tiene brazos, piernas, cara.. No puedo reconocer la cara, ah espera si...
Eres tú.
A continuación, me dieron ganas de echarme a correr hacia ti, para saludarte, para tocarte, para abrazarte, para sentirte, para olerte, para controlar la inmensa gana que tengo de besarte y demostrarte todo mi amor, algo que lleva mucho tiempo aguantando. Por fin llego hacia ti, cada vez voy mas deprisa. Es curioso, no me canso.
Soy feliz, me río. En cualquier momento ¡lloraré de felicidad!.
Sobresaltada, miro a mi alrededor.. otra vez en el mismo sitio.
Otra vez, en la clase... no te tengo a ti, sino a los compañeros, no escucho tu dulce voz, sino los gritos de mis compañeros...
Otra vez... asumo, tristemente, que no te tengo. Que todo había pasado en mi cabeza, triste. Intento atender al profesor. No puedo... pienso en algo positivo.
Por suerte, no todo es mentira, te puedo sentir en mi cabeza.
En mis imaginaciones..
Por suerte te puedo sentir.
Sonrío, por enésima vez... me sumerjo en mi mundo.
Un mundo en el que sólo estamos tú y yo.