Me alegro de ir al instituto y verte cada mañana en el mismo sitio.
Sentí que mi cuerpo volvió a tener esa sensación tan rara que no sé cómo describirlo...
Volvieron tus ojos a ver a mi, a mis ojos. Volvió tu sonrisa, tus encojes de hombros. Siento que eres parte de mí, y no puedo dejarte en paz. Porque no lo puedo evitar.
Haces que mi cara tenga una sonrisa amplia, difícil de quitar. Haces que me vuelva a reír de todo y por todo.
No me gustas, me encantas. No te quiero, te amo.
Volví a estar a tu lado, volví a tener las ganas de decirte cosas que no debería. Volví a flotar, a sentirme en las nubes, volví a sorprenderme porque pensé que no te podía querer aun más... pero me equivoqué, te amo más de lo que tú piensas y más de lo que pienso yo.
No me sorprendes, me fascinas. Que rabia no poder demostrarte muchas cosas. Pero con que tus ojos me miren, es suficiente. Me conformo que estés a mi lado aunque no digas nada y solo haya un silencio.
Con eso, ya me basta.