Dime por qué me pudo tu constante fantasía. Que me acostumbré a tu risa, como el mar va con su brisa, y me acostumbré a tu mundo, como el marinero al rumbo. Como el tiempo a los segundos, como el perro al vagabundo.
Dime qué me sedujo de tu admirable consuelo. Que me acostumbré a tu pelo, como estrellas a su cielo y me acostumbre a tu imagen como el viajero a su viaje, como el valor al coraje, como maleta en equipaje.
Y, ¿qué será? ésto que me desespera y me enreda, que me esperanza y me desenreda. Que me captura y me deslumbra, que me libera y que me alumbra.
Te doy las gracias por ser así, me enseñaste a quererte y a sonreír. Conquistaste mi alma sin presumir, te inventaste el arte de no fingir. Te doy las gracias por convertir mi desaliento en ganas de vivir, que me faltan palabras pa' describir este sentimiento de alegría y lamento cuando pienso en ti.
Dime cómo supere todos mis calvarios y me acostumbré a tus labios, como fecha al calendario, y me acostumbré a tu magia, como el triste a la nostalgia. Como el colegio a la infancia, como amistad y confianza.
Y, ¿qué será? ésto que va y me ahoga y destruye, que me hace flotar y que me construye. Que me lamenta y me hace dudar, que me contenta y me hace confiar.
Te doy las gracias por ser así, me enseñaste a quererte y a sonreír. Conquistaste mi alma sin presumir, te inventaste el arte de no fingir. Te doy las gracias por convertir mi desaliento en ganas de vivir, que me faltan palabras pa' describir este sentimiento de alegría y lamento cuando pienso en ti.
Es que me sobra espacio y estoy reducido, y hay mil estrellas en el techo donde miro, y solo pienso cuando pienso que te olvido y sólo vivo cuando olvido que te has ido.
Te doy las gracias